miércoles, 14 de mayo de 2014

Extrañando al Doctor

Meses faltan todavía para la nueva temporada de Doctor Who. Y hace varios meses ya que vimos el último capítulo de la temporada anterior. Seguro muchos de ustedes ya están extrañando a ese loco amigo de la caja azul, atentos de en qué momento volveremos a escuchar el sonido de su Tardis y nos volveremos a sumergir de su mano en sus aventuras. Al menos a mí me sucede.

Muchos también estarán extrañando a Matt Smith, a sabiendas de que ya no va a encarnar al Doctor y ya no lo veremos en la pantalla interpretándolo nuevamente. En realidad Matt me tiene sin cuidado. O tal vez otros extrañen a Clara, siempre ha sido más cómodo identificarse con los companions. Y seguro que hay más de uno que extraña a viejos personajes. Algún compañero o amigo del Doctor que hace mucho que no se ve en la pantalla, o tal vez a un villano en particular. Y es exactamente eso de lo que quería hablar.

Para invertir este tiempo en el que no tenemos nuevos episodios, me he puesto a ver los capítulos en orden, de nuevo, desde el primero de la serie contemporánea. He visto a Eccleston interpretando al Doctor que viaja con la culpa de la muerte de su raza y he visto también a Tennant convertido en un Doctor más dinámico.

Al recordar a Eccleston tuve nostalgia y estuve satisfecha de lo que fue, pero ver al Décimo doctor es otra cosa, es un deseo de volver a vivir eso, de experimentar eso que lo hacía tan particular. Sé que Tennant tiene hordas de fans por todo el mundo, pero no es a él a quien quiero cuando menciono “volver a verlo”. Si fuera a él, me pongo con algo de las otras muchas producciones en las que ha participado, que hay varias que aún no he visto.

Me refiero a todo lo que representaba ese Doctor. Lo descarado y hablador que era, que muchas veces llegaba a la grosería y que otras tantas dejaba ver su lado vengativo. Pero que a pesar de todo ello, que lo podía haber hecho un personaje despreciable, tenía algo que equilibraba las cosas. Y es que él amaba, amaba como los otros dos doctores de la serie contemporánea no han hecho. Un amor que prodigaba a cualquiera que tuviera vida y que respetaba a pesar de todo, muchas veces aún a pesar de ser su enemigo. Ese hombre que amaba a sus companions a otro nivel, de manera tan desprendida que muchas veces se convertía en sacrificio y a pesar de lo muy descuidado que podía ser, resultaba protector en los momentos críticos. Y en ningún momento su amor tocó esa obsesión casi maniática que tenía el undécimo hacia los Pond.

Extraño a ese Doctor que podía ser glorioso y despreciable, ese Señor del Tiempo que a pesar de no ser de nuestra raza podíamos calificar como humano. Porque es eso lo que era, lo que lo hacía genuino y con lo que conquistó a tantos, que él era muy Humano. Y es que además el ponía su humanidad en etapas muy variadas y bien definidas. En plan romántico con Rose, como amigos en el tiempo de Martha y cual hermanos con Donna.




Sé que Capaldi no será así, el Doctor que él propone se nota que será diferente, tal vez hasta de alguna manera que nadie lo espere. Y no está mal, es más, tengo muchas ganas de verlo. Pero, lo que hecho en mucha falta es ese Doctor tan infantil y humano. Y ustedes: ¿a quién o qué extrañan de Doctor Who?

3 comentarios:

  1. Hola... tienes razón en cuanto al Décimo Doctor, justamente lo que me gusta de él, es eso que dices, que era tan ¡humano! con tantos errores, tantos defectos pero a la vez tan ¿perfecto?, tan inteligente, tan cuidadoso... (amén que me parece que Tennant lo interpretó genialmente).

    Al Noveno Doctor no le llegamos a tener "tanto" cariño porque estuvo muy poco tiempo (relativamente) y además era tanto su enojo que a veces parecía que nos odiara a todos y eso hizo que no fuera "tan" querido, a pesar de que por la historia era imposible que no fuera de esa manera.

    Me encantó eso de «obsesión casi maniática que tenía el undécimo hacia los Pond» porque creo que, efectivamente era así, pero a pesar de eso, fueron unas temporadas muy interesantes y diferentes en cuanto a lo técnico de la serie (fotografía, efectos, maquillaje, etc); en lo que difiero contigo es que no solo el Doctor de Tennant amaba, el Undécimo doctor también lo hacía y amaba mucho, tanto que para él era un "deber moral" acudir a salvar a sus amigos (Vastra, Strax, Jenny), amó a Craig, a Alfie y a Sophie y lo demostró al regresar a "despedirse" de Craig; por supuesto que amó a River y también amó a la gente de Christmas en Trenzalore, por eso se quedó ahí. Me hubiera encantado que Clara y el Undécimo doctor hubieran tenido más tiempo juntos, más aventuras juntos, creo que hubiera sido genial.

    Yo extraño al doctor, a todos; realmente estoy impaciente por ver que nos trae el Duodécimo, por ahí leí, que decía Moffat que se terminaban ya los coqueteos y besuqueos, así que supongo que la serie se centrará más en la acción y quizá en la búsqueda de Gallifrey; sí, estoy que "como ansias" por ver que sorpresas nos deparan las nuevas aventuras de Doctor Who.

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  2. simplemente a Eccleston, ahora que se puede entendelo realmente, ya conociendo su anterior encarnación, el doctor de la guerra....

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  3. Una de las maldiciones de Doctor Who es que nada dura para siempre, siempre se renueva y todo cambia. No obstante, es gracias a eso que la serie sigue siendo tan popular y haya durado tanto tiempo.

    Voy a extrañar la era del Noveno Doctor, y gracias a Moffat esta encarnación ha mejorado y es más interesante de lo que fue: De un matón amargado con violentos cambios de humor a un veterano atormentado por los pecados del War Doctor que se esfuerza para merecer recuperar el título de “Doctor” y la confianza en sí mismo. Rose fue impresionante con el Noveno Doctor, es una pena que ella haya decaído tanto con el Décimo Doctor. Me habría encantado ver más aventuras del fabuloso trio de Rose, el Doctor y Jack Harkness, es una pena que hayan durado tan poco (Por suerte tenemos Big Finish, novelas y cómics). Lo único que me decepciono fue ese frase "I only take the best. I've got Rose" en el final de “The Long Game”, es insulsa; es esnobista; y es hipócrita: Él ni siquiera escogió sus primeros companions, los secuestro. Ha adoptado huérfanos (Vicki, Victoria Waterfield, Nyssa, Adric, Ace), no porque sean mejores sino para ayudarlos a aceptar la perdida y darles un hogar hasta que ellos decidan dejar la TARDIS. Leela es una guerrera que amenazaba a todos con su puñal y Ace una adolecente de la calle con sus latas de Nitro-9. Y hay unos cínicos y antipáticos como Tegan y Turlough que hasta Peter Davison se pregunta por qué el Doctor viajaría con esa clase de gente. Lamentablemente esa frase presagiará mucho la petulancia y favoritismo de la era RTD que detesto. (Rose, Rose, Rose, todo era sobre Rose)

    Sin embargo voy a echar mucho de menos al Onceavo Doctor. Matt Smith capturo muy bien la verdadera esencia del Doctor: Ser el hombre más inteligente y más tonto del mundo a la vez. También él es un Doctor muy oscuro, El Noveno y Décimo Doctores podrían ser intimidantes pero es el Onceavo Doctor quien no tiene miedo de ensuciarse las manos. La forma que derroto a las criaturas-grises del Silencio en “Day of the Moon” es muy al estilo del conspirador Séptimo Doctor con sus trucos y engaños, como también el final de "The Girl Who Waited". Siempre cuando el Onceavo Doctor se enoja yo me aterro porque es difícil imaginarse a alguien con alma de niño convertirse de repente en una “tormenta que se avecina”. Moffat es un genio de los rompecabezas, un ejemplo es el episodio "The Beast Below" cuando el Doctor dijo que tendría que escoger otro nombre porque no puede ser el Doctor si asesina la ballena predijo mucho sobre la naturaleza del War Doctor, y hay muchos episodios así con pequeñas pistas similares a esa. Voy a extrañar a los Ponds, los padres sustitutos del Doctor, nunca he sido fan de Rory sin embargo debo reconocer que es un personaje único por esa razón: Él es el único que no alaba el Doctor, "The God Complex" es su mejor episodio, todo lo él dice es una dura crítica a la era RTD sobre “convertir a los companions en versiones jóvenes del Doctor con armas” y “que no todas las victorias son de salvar el universo”. Incluso Jack Harkness temblaba de miedo cuando le confeso al Doctor que trabajaba en Torchwood, pero Roy ni siquiera suda ni una gota al hablar seriamente con su Doctor.

    Atte. Tango

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