La película de Doctor Who

¿Sabéis de esa sensación de tener un run-run, un come-come, un 'aquí hay algo que me está afectando y no sé qué es'? ¿Sí? Pues entonces me entenderéis. Porque desde que el otro día leí la entrevista de Moffat en Vulture en la que le preguntaban sobre una posible/futurible película sobre el Doctah, así estoy. Con el run-run. Y al que me cante la canción de Rosario, le meto un sopapo. Aviso, que esto es muy serio. Que es el Doctah. Jopetas.

¿De dónde me viene el run-run? ¿Qué es lo que me lo produce? Pues tras mucho darlo vueltas, creo que ya lo sé: es el MIEDO. Sí, el miedo. El miedo a esa película y a sus consecuencias.

Moffat lo dijo en esa entrevista: si se hace esa película probablemente el dinero para ello sería americano. Gran estudio, supongo. Warner, Disney, Dreamworks. Y éso, qué queréis, me produce algo así...

Ay, qué carita...

Sí, sería un dineral puesto al servicio del Doctor Who. Con sus efectos especiales de lo más espectaculares, su guión de aquella manera (Moffat pasado por el tamiz jolivudiense, échale guindas al pavo...), y, sobre todo, lo que más terror me da: su campaña de publicidad mundial, estratosférica, universal, extrasensorial que inundaría hasta Gallifrey mismo de póster, anuncios, merchandising vario, etc. Un Doctah, señores, para los fans que ya estén aburridos de los vampiros descafeinados de Crepúsculo, un Doctah para captar dinero hasta en el último rincón de la tierra... ¿Os imagináis? ¿No estáis, como yo ahora mismo, con las manos en la cara diciendo muy bajito no, no, nooooo....?

¿Os imagináis al Doctor, a Doctor Who, anunciado en el telediario? Conectamos en directo con el estreno en España de la película que ha revolucionado a los adolescentes de medio mundo y que ha despertado de nuevo la fiebre por los extraterrestres, sí, Doctor Who, basada en una serie de la BBC y protagonizada la creciente estrella juvenil e ídolo de masas Guapito de Cara Cualquiera... En serio, ¿OS IMAGINÁIS?

Yo no quiero un Doctor Who mainstream. Que, a ver, estoy segura de que las reticencias de Moffat vienen precisamente por ahí, porque querría controlar todo y que lo que tiene que ser, lo que es canon, se mantuviera y no se saliera nada de madre. Que los Brit para sus cosas son muy serios. Y en ello confío ciegamente, porque es imaginarme a TODO el mundo hablando de Doctor Who y morir lentamente por dentro. No quiero quedar de pretenciosa, de selecta, ni nada de eso. Ojalá, en serio, todo el mundo conociera esto, pero que lo conociera de verdad, cada uno en su estilo y en su modo, pero de verdad. Sabiendo lo que es DW, lo que representa, lo que implica, tomándolo como lo que es, parte de la historia mundial de la televisión, del entretenimiento, parte de la historia personal de mucha gente, parte de la historia, en general, y sobre todo, como algo que va más allá de un negocio. Porque no es una serie, no es la serie, es un símbolo. Y me estoy poniendo muy intensa, ya. 

En fin, resumiendo, que no quiero que hordas de niñatos tomen a Doctor Who por el nuevo Crepúsculo o que se haga de su nombre una nueva franquicia tipo Spiderman. Y podréis decir, bueno, no es para tanto, hicieron las pelis de Harry Potter y no pasó nada. Ya. Pero no es lo mismo. Porque Harry Potter ya era un fenómeno mundial cuando se hicieron las películas. Y, además, no se enfocaría igual. Porque esto es un Doctor y una companion. Tensión sexual no resuelta y burdamente potenciada a tutiplén para revolucionar las hormonas, entre otras cosas.

De verdad, muero mucho sólo de pensarlo. Moffat, por Tutatis, sigue resistiendo.