miércoles, 26 de diciembre de 2012

The Snowmen (by Lya)

Supongo que mis compañeros aparecerán tarde o temprano por aquí, en cuanto sus torrent de cabecera se pongan las pilas y les permitan ver (o volver a ver en algún caso) The Snowmen, pero yo no me resisto más, no puedo, tengo que hablar sobre el capítulo. Así que, a partir de ahora, SPOILERS COMO LA CATEDRAL DE BURGOS, NO LEER, NO LEER, REPITO: NO LEER SI NO SE HA VISTO EL CAPÍTULO.



En casos así, las emociones revolotean y se mezclan, y es, por tanto, complicado aclarar las ideas y saber a ciencia cierta si lo que vas a escribir es producto de la verdad o de tu verdad, que son dos cosas diferentes. De todos modos, a la hora de hacer una crítica, en general, y más sobre DW, es imposible invocar a la objetividad, así que, os pido perdón por adelantado e imploro vuestra comprensión. Es el Doctah. ¿Objetividad? WHAT?

Eso sí, creo que sé discernir bien cuando un episodio me gusta y cuando me gusta menos. Y, normalmente, cuando esto último sucede, la sensación viene producida por el guión, el argumento, la trama del asunto. Que no me la creo, que me parece exagerado, que no me convence. También depende del día que tenga yo, no vayáis a creer, pero, en fin, como ya dije cuando escribí sobre 'The voyage of the damned', hay tramas que no y no, por mucho que todo lo demás, como siempre en Doctor Who, supere el sobresaliente con ganas. 

Luego está Moffat, que merece, ya lo demostró Drolope, entrada propia. Entradas propias. Y que a mí, he de asumirlo, me fascina. Sigo sus laberintos con cara de alucinada, me dejo llevar a sus historias como una bendita y digo a todo amén, así sea, lo que tú quieras, sin oponer resistencia. Me tiene en sus manos, el muy capullo. Entiendo las críticas que recibe (River Song---> WTF?), pero yo lo único que veo cuando le miro es a un genio. 

Y como acaban de poner en Twitter los Whovians Cabreados, Moffat lo ha hecho otra vez, nos esperan otros tres meses de comernos la cabeza, de teorizar sobre Clara Oswin Oswald, la nueva y misteriosa companion. Pero vayamos a los hechos, por partes, para centrarnos mejor:

1- La trama. Me ha gustado. Es cierto que no salen naves espaciales (más allá de the TARDIS, claro está), que no salen bichos raros (más allá de Madame Vastra, Strax y los muñecos de nieve), que no hay ninguna invasión y que la ciudad de Londres pasa la Navidad tranquila, sin que nada se estrelle contra el Big Ben o similar. No, no pasa nada de eso. Pero me gusta el argumento porque es, en mi opinión, un clásico cuento de Navidad. Un perfecto cuento de Navidad, de los de contar al calor de la chimenea con una taza de chocolate en las manos. Desde el primer segundo del capítulo, así lo sentí, y, si se deja la historia desnuda de artificios, veréis como surge el cuento, que tiene, cómo no, un final digno de tal nombre, 'no hay nada más triste que las lágrimas de una familia en la víspera de Navidad' y una moraleja no libre de crítica sobre los Victorian values, valores victorianos que tanto condicionaron a los british. 

2- Las referencias. Para que el cuento funcione, no podían faltar las referencias a otras historias, mucho más viniendo de Moffat. ¿No os recuerda la escalera de subida a la TARDIS al cuento de Jack y las Habichuelas mágicas? Y, por supuesto, tenemos a Mary Poppins, aunque con el permiso de la niñera más encantadora, a mí la historia de Mrs. Montague me recordó también a Jane Eyre. Por no hablar del continuo 'Winter is coming' o de las gafas harrypottescas del Doctah (cierto, Elewen) y de tantas cosas que me dejaré. Grande, Moffat, muy grande. 

3- LA REFERENCIA. A ver si os creíais que no iba a hablar de esto. Pero es que fue tan, tan, taaaaan genial, que tengo que dedicarle un punto en exclusiva. Sherlock Holmes. Gracias, Moffat, por darme otra razón para venerarte. Pero, por favor te lo pido, PONEOS A GRABAR YA LA TERCERA. 

4- La nueva companion. Monísima, para qué vamos a engañarnos. En 'The asylum of the Daleks' me cayó bien desde un principio. Aquí, al inicio de la historia, parecía un poco bastante repelente, pero luego volvió a caerme bien. ¿Quién eres Clara Oswin Oswald? ¿Qué escondes? ¿Por qué eras camarera y también institutriz? ¿Quién te envía? ¿Estás relacionada de algún modo con el 50th Anniversary? ¿Qué es  Great Intelligence? ¿Qué nos tienes preparado, Moffat de mi vida? 

Y, sobre todo, ¿no os recordó el final de capítulo, mucho, a esa obra maestra que es Blink? Las dos chicas en el cementerio, al lado de una vieja tumba, tumba, por otra parte, como la de Amy and Rory... ¿Están the weeping angels detrás de todo ésto? ¿O son los Daleks? ¿O los dos? ¿Tendremos reunión de enemigos del Doctah con motivo del 50th Anniversary? ¿O Clara es una representación de todas las companions pasadas, creada por la mente del Doctor? ¿Se me está yendo la pinza? Sí. 

En fin. Dejando teorías aparte, quiero destacar de la nueva companion sus lágrimas al recibir a llave de la TARDIS. Que eran suyas y eran mías también. No pudo ser más bonito. Y, o mucho me equivoco, o eran lágrimas de verdad, porque si eres una actriz británica, y te seleccionan para hacer de companion, al grabar ESA escena, tan bien escrita además, tienes que echarte a llorar. No queda otra. 

5- El Doctah. Matt es un amor, así de sencillo. No es Eccleston, no es Tennant, pero es un amor. Si tuviera que definir mis sentimientos por cada uno de ellos, diría que a Ninth no me importaría encontrármelo en un pasillo (muy) estrecho y sin salida, que sería la geisha de Tenth para lo que él tuviera a menester solicitar y que Eleventh es el colega amoroso, tierno y encantadoramente loco que todas quisiéramos cerca. Lo dicho, un amor. Ver su tristeza y notar como le vuelve la alegría y la ilusión, fue lo más. Y qué bien le queda Jenna, qué monos son. Moffat, QUE ACABE BIEN ESTO, POR GALLIFREY TE LO PIDO.

6- La sintonía: me gustó. Mientras sea la que tiene que ser, por mí como si le ponen acompañamiento de muñeiras. Mientras suene a Doctor Who, que hagan lo que quieran. 

7- La TARDIS. Sigue sin convencerme mucho. Como dijo Oswin, parece una cocina. Pero si al Doctah le gusta, yo amén. ¿Ves, Moffat? Soy una chica fácil....

Y, para finalizar, he dejado EL MOMENTO POND. El momento que traerá de cabeza a los dobladores de la serie al español, porque a ver cómo lo hacen para que les cuadre. Porque en español los Pond's eran los Pond's, no los Estanques. Y aquí aparece mi sonrisa de suficiencia de chica-que-lo-ve-todo-en-VO-porque-es-lo-que-tiene-que-ser y que me hace tan insoportable. Lo siento, pero este es un motivo más. Y es un motivo más también para llamar genio a Moffat, porque hay que ser muy grande para idear algo así. 

En fin, no quiero aburriros más. En resumen: me encantó el capítulo. Ánimo, que sólo nos quedan tres meses de espera. 

Edito para añadir los momentos 'behind the scenes' que han publicado hoy nuestros señores de la BBC:

   

 It's smaller on the outside... That's a first...

Vuelvo a editar para añandir el teaser de la segunda parte de la séptima temporada. Esto promete.

 

Más información sobre los próximos capítulos: AQUÍ



5 comentarios:

  1. Lo de "Pond" como "la palabra" fue increíble. De lo mejor que he visto en Doctor Who y de lo mejor que ha salido de la retorcida mente de Moffat. Yo me posiciono en el lado de los que no aprecian demasiado sus últimas ocurrencias (vamos, del lado de Drolope), pero no voy a entrar al trapo ahora. Al César lo que es del César, y éste ha sido un capitulazo, increíblemente bien narrado, con esos diálogos y esas frases que siempre me han gustado de él, con tantos guiños y referencias que no dejaba de ser un baile de máscaras, divertidísimo y entrañable. Muy, muy bien, señor Moffat. Cuando hay que quitarse el sombrero ante usted, se lo quita una sin reparos. Lástima que, en el fondo, la genialidad de este capítulo no haga sino reafirmar uno de mis argumentos: que Moffat funciona bien "en las distancias cortas", para capítulos autoconclusivos y arcos pequeños. Como showrunner, flaquea.

    Y mi enhorabuena también por tu exhaustiva crítica, Lía, muy buena de principio a fin.

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  2. Genial la referencia al baile de máscaras, cierto.... Y muchas gracias :))

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  3. Me encanta tu critíca, toda ella, felicidades por ella.
    Como fan del tenth, me encanta cuando dices "sería la geisha de Tenth para lo que él tuviera a menester solicita".

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  4. Muy buenas, llego un poco tarde lo sé pero lo primero felicitaros por el blog que es una gozada para todos los seguidores del Doctah. Y felicitar a Lya por su crítica con la que coincido al 100%. Como acabo de conocer el blog he empezado por las reviews de Elewen y Caléndula y la verdad es que no daba crédito a lo que estaba leyendo. sin acritud, pero no pensáis que el debate Moffat- Russell T Davies se ha polarizado demasiado? Es que a veces tengo la sensación que los anti Moffat ya ven los capítulos buscando defectos y son incapaaces de dejarse llevar por la magía de las historias del Doctor. A mi me gustan los dos, pero en serio creéis qué la versión de Moffat es más infantil que la de T Davies? Porqué yo creo que es todo lo contrario: Moffat juego con la visión primaria del niño pq apela a sus miedos más ancestrales pero se sirve de eso para desarrollar intrincados puzzles argumentales llenos de referencias y de juegos. Qué no siempre le sale bien? Qué algunas resoluciones no están a la altura de todo lo qué ha ido planteando durante la temporada? Pues sí, lo admito... pero yo disfruto como un enano con las líneas temporales de River, las separaciones forzosas de Amy y Rory y este punto excéntrico de Eleven.
    Perdón, que me animo y no hay quien me pare y quizás me he puesto demasiado trascendente.
    Como sea, muchas gracias a todos los qué hacéis este blog y a los Moffat escépticos a ver si el buen hombre es capaz de convencernos en esta segunda mitad de temporada. (Díos, que ganas de que llegue Abril)
    Saludos

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