The name of the Doctor (by Lya)

Deberíamos haberlo supuesto. Conocemos a Moffat desde hace un tiempo ya y aún así, lo ha vuelto a hacer. Lo que parecía que era no era, es que había sido, y lo que había sido, había sido porque iba a ser. Todo, dentro de esta complicada línea de tiempos y espacios que fluyen, se retuercen y cambian, estaba dispuesto para la llegada a Trenzalore. Trenzalore que, a partir de ahora, quedará ahí, para siempre, indeleble lugar en la historia del Doctor. Moffat no es cualquiera, y lo que es más importante, él sabe que no es cualquiera. Se ha otorgado a sí mismo la determinación del lugar en el que el Doctor morirá, algo que, de un modo u otro, obligará o condicionará a los futuros guionistas y showrunners de la serie. Al mismo tiempo, ha revestido al Doctor con el ropaje de los grandes héroes, aquellos de los que se conocen tanto sus hazañas épicas como el lugar en el que libraron y perdieron sus batallas. Por no hablar, claro está, de que se va a meter ahí, se va a meter en la Guerra del Tiempo, vía esa regeneración perdida que apretó el botón de la destrucción y la muerte de todo un pueblo, su pueblo.

Y yo hoy, delante de este señor no puedo por menos que volver a postrarme agradecida y admirada. Soy team Moffat, mucho y muy fuerte. Me gusta su visión de la serie y me gusta esa voracidad a la hora de dejar huella, de ir más allá, de enfrentarse con la cabeza alta a las críticas. Yo le critico también en muchas cosas, incluso podría hacerlo por aspectos de este capítulo, pero no se puede negar que es valiente. Tiene en sus manos una leyenda a la que valora y quiere como tal. Está haciendo historia de la televisión y lo está haciendo bien. 

Me gusta "The name of the Doctor" por la sobriedad victoriana que transmite, lejos de Pandóricas y de pirámides, me gusta porque el misterio de Clara era diáfano y hermoso, me gusta porque el nombre del Doctor no era tan importante, porque su nombre es que el que todos sabemos, el Doctor, sin más. Y me gusta, sobre todo, porque el capítulo transmite desde el inicio al final amor del bueno. Amor del que reconcilia con la vida, amor del que se entrega porque entran en juego la fe en el prójimo, la esperanza, la belleza de las almas buenas y tiernamente humanas y la conciencia de que hay momentos y personas que merecen una o muchas vidas. Porque lo importante no es el soufflé, es la receta. No es el camino, es el andar. Es el estar aquí mientras estemos y disfrutar, luchar, reír, llorar y hacer que cada instante valga la pena.

Me gusta "The name of the Doctor" porque era el homenaje a la historia del Doctor. Porque ahí están todos,  enlazados por the Impossible Girl, nuestra Clara, SU Clara, tan rematadamente bonita y valiente. Me gusta porque Matt Smith me roba el alma en cada plano, porque ha sabido entregar al Doctor hondura y calidez, sin histrionismos, a corazón abierto. Siempre es algo difícil, pero ahora mismo no puedo pensar en otro Doctor después de Matt. Serán otros tiempos, otras historias, Moffat pasará a la retaguardia y seguro que nos acostumbraremos, pero no ahora, ahora no puedo pensarlo.

Y sí, me gusta "The name of the Doctor" por River Song. "You are always here to me. And I always listen and I can always see you (...) There is a time to live and a time to sleep, you're a echo, River, like Clara, like all of us, in the end..." Una River post-librería, una River con todo ya vivido, conservada para siempre así por el Doctor, como un libro preciado en la estantería. River que mantiene una conexión con Clara... ¿Nuestras sospechas eran ciertas y CAL es una de las encarnaciones de Clara?

EL momento

"The name of the Doctor" me tuvo 40 minutos sin poder dejar de mirar la pantalla, con la boca abierta, con la lágrima cayendo y el alma en vilo. Desde la primera imagen de Gallifrey con esos acordes de This is Gallifrey, our childhood, our home, hasta el momento final con la fastuosa aparición de John Hurt as The Doctor. 

Seis meses. Seis meses para volver a verlos. Seis meses para convertirnos aún en más whovians, para estudiar, para ver, para aprender. Seis meses que se nos pasarán rápido, aunque ahora parezca lo contrario. Cuando sea 24 de noviembre todos desearemos estar otra vez aquí, aguardando, por eso disfrutad de este tiempo como se merece. Porque, recordad, lo importante no es el soufflé. Lo importante, siempre, es la receta.

Nos vemos, River